Casi todo un año sin escribir. He descuidado este sitio como si fuese un cactus afincado en el desierto, abandonado a las inclemencias del tiempo y propias de esos climas áridos y sin ningún tipo de mantenimiento.
El año ha transcurrido rápido, estamos en el octavo mes casi finalizándolo y parece que el fin de año se acerca a todo vapor. A pesar de todo, sigo pensando que este es mi refugio personal, el lugar adonde puedo decir lo que siento y pienso, sin interrupciones. Un sitio de catarsis a muchas situaciones de la vida cotidiana.
Este año me ha pasado de todo.
Desde enfermedades a nivel personal, visitando médicos tras médicos ( o matasanos como decía mi abuelo) que no atinaban a solucionar algo que no era grave.
Desde enfermedades a nivel personal, visitando médicos tras médicos ( o matasanos como decía mi abuelo) que no atinaban a solucionar algo que no era grave.
Tuve que renunciar a varias actividades, dejar grupos, alejarme y centrarme en lo mío, en lo personal. Sonará esto egoísta, aunque creo que no lo es, al menos en ciertos casos. Hay momentos en la vida en que se debe hacer una lista de prioridades, de metas definidas, especialmente cuando se pasan de los 50 y tantos años y se ve más cerca la salida que la entrada.
También anduve de la "seca a la meca" con la reciente enfermedad de mi padre, quien como mi abuela, tiene una genética de recuperación envidiable a pesar de sus 85 años. Así que el año se me escapó entre las manos, como el agua que pasa en los riachuelos, con una rapidez increíble e insostenible. En medio de todo ha sido un año fructífero. Logre rebajar 12 libras, ahora tengo más canas ( decidí abandonar la tintura de cabello porque es una perdida de tiempo y esfuerzo además de dinero, no estoy para esos "tafetanes) , más arrugas e inesperadamente , más ganas de seguir adelante.
De pronto me viene a la memoria la vida de uno de los grandes arquitectos, Frank Lloyd Wright, quien a sus más de 70 años andaba diseñando uno de los edificios más bellos, así también, recuerdo las palabras de un alumno que pronto será arquitecto : " un arquitecto empieza a ser mas productivo después de los 50 años". Espero que sus palabras sean proféticas !
Sigo batallando con varias situaciones de vida, como el levantarme más temprano, hacer ejercicio ( ese que mata para adelgazar más y tonificar ), comer más sano ( en esto si estoy algo encarrilada) , y sobre todo crecer espiritualmente. Quizá esto ultimo es lo más importante, porque sin crecimiento espiritual no hay renovación interior y la vida se vuelve gris, inconsistente, pero sobre todo aburridísima !
Así que en medio de todas las pruebas obstáculos o desatinos, de pronto , he encontrado el balance ! Algo inaudito en mi persona, por eso cierro esta pequeña nota recordando al apóstol Pablo , que estaré atribulada, más no angustiada, en apuros.. más no desesperada, perseguida....más no desamparada ....derribada , pero no destruida.
Hasta luego !
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