Qué es la docencia universitaria?, Que significa ser docente universitario? Qué es o que significa la educación superior ?
Estas y otras preguntas me vinieron a la mente durante estas semanas, formuladas a nivel de pensamientos que surgieron a raíz de ciertas acciones en el ámbito laboral.
La docencia universitaria, como yo la entiendo, la vivo y la he experimentado no solo por ejercerla sino por haber recibido instrucción por otros profesionales de la arquitectura, docentes de reconocido nivel ; es aquella en la que el profesional se vuelve un educador,un transmisor de experiencias vividas en el ámbito laboral, o en la práctica liberal de la profesión. Pero a la vez, es un profesional que comprende la teoría y la puede explicar llevándola a la práctica con ejercicios académicos que pueden, en algún momento, ser desarrollados en la realidad de la profesión.
El docente universitario, debe, estar informado, de lo que sucede en el campo de su profesión. No se puede hacer docencia aislándose de la realidad, del contexto en el que se aplica la especialidad.
Es hermoso ser un teórico, hablar de los conceptos, desarrollar charlas o cátedras magistrales sobre temas de nuestra predilección, pero no es lo mismo escuchar hablar a alguien de las pirámides de Egipto, o del Coliseo Romano, de manera descriptiva; que escuchar a otro que ha visitado el sitio, lo ha recorrido, y puede transmitir la "vivencia", el conocimiento explícito del sitio. No estoy diciendo que lo primero sea malo o equivocado, sino que , el que ha vivido la experiencia puede sin lugar a dudas trasladar mayor conocimiento, que al final, es lo que se pretende.
Igual sucede con el que nunca ha construido, y de pronto le asignan una asignatura sobre procesos o supervisión de obras. Quedará en ridículo, aunque conozca de "pe" a "pa" los pasos a seguir, porque los procesos en las obras cambian o pueden variar drasticamente según las circunstancias y ese conocimiento solo lo da la experiencia.
Lo anterior se puede aplicar a otras especialidades, abogados que nunca han ejercido o se han desarrollado en la práctica jurídica, ingenieros de escritorio, y así, podríamos seguir enunciando. Sin embargo, en la realidad de la enseñanza superior, estos casos citados, se ven más a menudo, y claro, el perjudicado al final de todo el proceso es el estudiante, que solo obtiene la información teórica, más no el conocimiento o las herramientas necesarias para enfrentarse a la realidad en su especialidad laboral.
Si hemos de ser justos, los docentes universitarios, debemos mostrar al menos, algún grado de competencia al impartir una cátedra, recordando que ello significa tener la capacidad de poner en operación los diferentes conocimientos adquiridos, las habilidades y valores de manera integral no solo en el ámbito personal sino también en el social y laboral . Estas capacidades deben ser demostradas a la hora de enseñar y en esto es lo que los educandos o alumnos, deben de poner atención, ya que de ello depende la idoneidad del profesional para manejar una asignatura.
Pero claro, este esfuerzo no solo es individual, sino algo colectivo, y digo esto porque no solo involucra al individuo en si, al docente, sino también, a la institución superior, y a los alumnos. Lo curioso del caso es que en la actualidad, los alumnos "deciden" sin criterio alguno, el establecer cuando un docente es idóneo o no para el cargo. Sería interesante preguntarse entónces, que clase de profesional quiere ser el alumno ???, uno más del montón, sentado atrás de un escritorio, o salir a la calle y competir y fajarse con la competencia?
Es ahora el alumno cómodo, solo desea obtener el "cartón",...qué espera el alumno??...Qué piensa el alumno?. Sería interesante escuchar las inquietudes de los jóvenes para darle un giro a toda la enseñanza superior, orientarla a una calidad que pueda llevarse a la práctica y no sea una palabra teórica más.
Un alumno debe a su vez, buscar tener esas "competencias", desarrollar la capacidad de decidir y actuar con juicio critico, aprender a actuar con tolerancia hacia la diversidad cultural, manifestar una conciencia de pertenencia a la cultura, combatir la discriminación y el fanatismo, sentirse capaz de enfrentar los retos que tendrán que afrontar en los diferentes contextos en los que interactúe una vez este graduado.
Al escribir esto me pregunte : " Estamos formando profesionales competentes, o simplemente estamos produciendo "maquila de profesionales en las especialidades" ? Prefiero no decirlo públicamente porque de pronto mi docencia se ve en crisis, y siento que debo replantear muchos objetivos, aunque sin lugar a dudas, cuando se esta en crisis, el ser humano demuestra su creatividad y de paso, sus competencias..... pero dada la inercia como se mueven los alumnos y otras situaciones, me cuestiono : " Valdrá la pena el esfuerzo"?, Habrán personas decididas a aceptar el reto de una mejor enseñanza ???, estarán dispuestos a esforzarse, a trabajar arduamente, a...pensar, inquirir, dilucidar , a emitir juicios de valor , a formar criterio ???
Lo dejo aquí, porque honestamente no se si vale la pena el esfuerzo. Los tiempos han cambiado, la juventud es ahora una parte de la sociedad que se maneja de manera "light", desean una enseñanza que implique el menor esfuerzo, buscan lo fácil, pasar la asignatura a como de lugar, y de remate, se vuelven jueces, ya que ellos deciden sin ninguna base sustentable, quien les "debe" de impartir las asignaturas, quienes son los "mejores", o más bien, quienes les convienen más para poder aprobar la materia y egresar lo más pronto posible. Comprendo totalmente esta posición, quizás yo haría lo mismo, lo trascendente en este tipo de circunstancias es que , el alumno, no percibe el daño formativo que él solo se esta haciendo y luego se queja de no conseguir el empleo soñado porque, cuando se enfrenta a la realidad se da cuenta, al fin!...de que no adquirió las competencias necesarias por acomodarse a las circunstancias.
Puedo decir que finalmente comprendo a cabalidad la expresión : " Ahora los pájaros le tiran a las escopetas"
Saludos.
